Según un estudio
realizado a principio de año (enero 2013)
por la Universidad de Newcastle y publicado en Royal Society journal Biology Letters, se trataría de un fenómeno evolutivo que nos permitiría
mejorar la presa en condiciones de mojado. Las arrugas permitirían que el agua
se encanale entre ellas y permitiría una mejor presa de los dedos al coger un
cualquier objeto.
Algo parecido al diseño de las ruedas de los coches.
Las
arrugas que se forman al estar mucho tiempo a contacto con el agua son
reversibles y es un fenómeno controlado por el sistema nervioso. La prueba
contundente de ello consta en el hecho de que si los nervios de la última parte
de los dedos están lesionados, no se forman arrugas en los dedos.
Pero ¿cómo
sucede?
La piel se arruga
debido a que se hincha de agua. El estrato corneo, la parte más superficial de
la piel, está compuesta en parte por queratina. Cuando sumergimos las manos por
mucho tiempo en agua, la queratina absorbe el agua y se hincha, lo cual no
sucede en los estratos más profundos de la piel. El resultado es que el estrato
corneo es más amplio de la superficie subyacente y se arruga. Este fenómeno es
más visible en manos y pies, puesto que hay más abundancia de queratina con
respecto a otras partes del cuerpo.
¿Qué les pasa a las
uñas y al pelo sin embargo?
Aun teniendo queratina, la estructura es
diferente, y el resultado es que las uñas se ponen más blandas, mientras el
pelo se riza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario