Porqué apagamos las velas el día del cumpleaños?

Hay que apagarlas soplando para poner de manifiesto que el aliento de la vida es superior a todo lo que ya se ha vivido. El simpático y tradicional gesto de soplar las velas de la tarta de cumpleaños esconde, en la realidad, un profundo significado mágico. La cera es la imagen del sol, la llama es expresión de la Luz, la vela encendida ilumina la vía; apagada, sin embargo, abandona en la oscuridad y en las tinieblas.

Una vela representa simbólicamente y mágicamente a un hombre. Por ello en las prácticas de magia este instrumento es de importancia primordial. La composición, el color, la orientación, la consagración, el uso de estas en los debidos ritos hacen de la vela un trámite indispensable de comunicación con las fuerzas invisibles del mundo.

Parece ser que los primeros en usar la tradición de soplar las velas fueron los Egipcios, mientras que la idea de la tarta parece que tiene origen en los Persas, muy buenos y notos pasteleros. Según la leyenda fueron los Griegos quienes unieron estas dos prácticas para la celebración del cumpleaños de Artemis, la Diosa de la Luna Nueva. En estas ocasiones los devotos llevaban al templo varios dulces, en particular una tarta redonda y blanca, hecha con miel y harina, que representaba propiamente la luna.

Además, es de uso común expresar un deseo cuando se apagan las velitas porque se creía que el humo producido pudiese transportar los deseos hasta el cielo.