10 de septiembre de 2012

De animal a Robot de guerra

Cada año,responsables del Ejército alemán se desplazan a Murcia para reclutar a los especialistas de varias de sus unidades de élites.Se trata de mulas capaces de cargar con más de 300 kilos de peso por terrenos a los que es imposible acceder en transportes mecánicos.

BigDog,un desarrollo de la enpresa Boston Dynamics,es un robot autónomo de 100 kilos de peso que se mueve galopando sobre cuatro patas y puedes transportar la misma cantidad de carga que una mula.No sólo camina con soltura por pendientes escarpadar y cubiertas de nieve o terrenos pedregosos.Es capaz de reaccionar a una pérdida de equilibrio y levantarse de una caída.

Animal mecánico
"Aún no se ha aplicado en el campo de batalla, es simplemente un proyecto de investigación",asegura Marc Raibert fundador de la empresa que también colabora con compañías de elaboracion de robot domésticos.
Se mueve con la naturalidad de un organismo vivo,salta de piedra en piedra y trepa por laderas.el robot es completamente autónomo.Tiene un generador y depósitos de combustible capaces de mantener sus patas en movimiento durante casi 24 horas.Se desplaza a seis kilómetros por hora y puede subir pendientes de 35 grados.Cualquier soldado puede controlarlo utilizando un pequeño ordenador fijado a la muñeca.Podría estar presente en los campos de batalla pero cuando llegue,no estará solo pues compartirá filas con robots y vehículos teledirigidos que están ya en funcionamiento en todo el mundo.
En Afganistán,gran parte del reconocimiento del terreno se realiza desde aviones.El siguiente paso serán máquinas capaces de acompañar a los soldados y prestar asistencia médica.

Dilema ético
Plataformas con PackBot pueden equiparse con capacidad de fuego y entrar en combate pero siempre depende de un operador humano capaz de controlarlos a distancia.TALON, una plataforma robótica que ayudo en las tareas de rescates del 11-S puede equiparse con sistemas de desactivación remota de explosivos,sensores de reconocimiento o armas de largo alcance.
Ninguno de estos sistemas toma por ahora decisiones propias.El dilema ético de usar máquinas autónomas es lo que mantiene los desarrolos más letales dentro del laboratorio.Un grupo de científicos han creado recientemente el Primer Comité Internacional para el Control de Armas Robóticas(ICRAC),sus objetivos es lograr la prohibición de usar armas automáticas que puedan abrir fuego de forma autónoma.Noel Sharkey (profesor de inteligencia artificial y robótica) cree que el mejor momento para presionar es este. "Hoy en día las máquinas letales que se usan en combate tienen un operario humano,pero hay una clara tendencia a crear máquinas autónomas capaces de elegir sus propios objetivos y eliminarlos",asegura.

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