Nicolás, fue obispo de Myra, en Licia, actual Demre en Turquia, en la primera mitad del siglo IV. Para comprender como Nicolás se haya convertido en el hombre de los “regalos”, el hombre de la caridad cristiana, hay que rememorar su historia.
La tradición lo ve protagonista de un episodio que es en efecto el origen de la entrega de los regalos a los niños. La leyenda Aurea dice:
"Un vecino suyo tenía tres hijas aún muy jóvenes. Debido a su pobreza no obstante su descendencia noble, decidió acercarlas a la prostitución para poder sacar de que vivir. El santo al tener conocimiento de ello, se horrorizó. Esperó la anochecer y envolvió oro en un trapo y lo echó a través de la ventana en la casa del vecino y se fue. La mañana siguiente, al despertarse el vecino encontró el oro, dio gracias a Dios y con ese oro casó a su primera hija. No pasó mucho tiempo que el santo repitió su acción generosa. El hombre se encontró nuevamente con oro y lleno de gratitud y alegría decidió hacer todo lo posible para saber quien le salvó de la pobreza. Después de algunos días, Nicolás echó de nuevo oro, doblando su valor. El hombre se despertó por el ruido y empezó a perseguir a Nicolás gritando: “Para, quien eres?” Finalmente, lo alcanzó y le reconoció. Se echó al suelo e intentó besarle los pies, pero Nicolás no quiso y le pidió que no revelara la cosa a nadie."
Si en Europa del Sur y oriental la tradición de la fiesta del Santo el 6 de diciembre nunca se interrumpió, excepto en épocas muy recientes, en Europa del Norte las cosas resultan ser algo diferentes. La predicación protestante, de hecho, quiso la abolición de las fiestas de los santos, para centrarse exclusivamente en los días litúrgicos que tienen directa referencia con la Biblia y, en particular, neotestamentaria. La deconstrucción de la figura de S.Nicolás por obra del mundo protestante en la Europa del Norte, no pudo alejar del folclore popular la memoria del hombre de los regalos, pero la separó poquito a poco de la figura del Santo.
S.Nicolás ha permanecido así en la memoria popular de una forma algo dormiente, hasta principios del siglo XIX, cuando los holandeses llevaron la tradición al Nuevo Mundo, en Nueva Amsterdam, la Manhattan actual y con la pronunciaciòn americana pasó de ser Sinterklass a Santa Claus. La distancia de la tradición original, añadió al americano Santa Claus renos y campanillas, típicos de Europa del Norte en invierno.
En las primeras décadas del 1800 Santa Claus se hizo completamente independiente de la figura de S. Nicolás, aunque conservara el nombre y la tradición de los regalos, y se volvió popular con esta nueva figura. El nombre que Papà Noel conserva aún en la tradición anglosajona, es el de Santa Claus, pero no se percibe ya como nombre de un santo, aunque sea su evidente derivación. De esta misma manera, la figura de Santa Claus-Papá Noel ya no se corresponde al 6 de diciembre, y la tradición de los regalos se ha trasladado de modo definitivo al día de Navidad.
Fue la necesidad, en el 1931,de encontrar un vehículo publicitario para el lanzamiento de la Coca Cola a los niños y adolescentes que llevò a la Compañía del homónimo refresco a vestir Santa Claus de rojo y blanco, tonalidades que rememoraban rigurosamente la misma bebida.
Qué bonita historia!!! Ojalá todas las familias la contaran a sus hijos y comprendiéramos el verdadero sacrificio y profundo acto de amor que esta fecha conmemora!!!
ResponderEliminarLlevas mucha razon lunalunera... es una pena que la gente piense así. Además yo personalmente encuentro mucho mas familiar el dia de los reyes magos que el de papa noel. Es verdad que eso de ser al principio de las vacaciones es un punto a favor para papa noel.. pero a lo mejor lo que hay que pensar es en no poner el inicio del curso justo el 7... además las tradiciones son las tradiciones, no? sería como cambiar todos los puentes a una semana porque es mas comodo... en fin, yo soy partidario de Melchor, Gaspar y Baltasar :)
ResponderEliminarsi señor... asi se hace! hay cosas que tienen que aprender a valorar :)
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